Cars 3, de vuelta a los orígenes
- Giovanna CE
- 23 jun 2017
- 4 Min. de lectura
"A veces en la inspiración hay un regla excepcional. Lo que construye una persona, es legado para otro." - Luis Gabriel Carrillo Navas

Antes de comenzar, nos gustaría mencionar que hay spoilers en esta reseña por lo que si no quieres saber de ellos, te invitamos a que veas la película primero y después vengas y leas nuestra reseña. Sin más, comencemos.
«Velocidad. Soy veloz.» Han pasado seis años desde que pudimos ver al Rayo McQueen en una pista de carrera, y después de la desastrosa segunda película pensamos que ya no lo veríamos de nuevo. Pero, ¡no!. 2017 y Brian Free (director de la película) nos traen la tercera entrega de esta franquicia.
«Un ganador, cuarenta y dos perdedores. Yo desayuno perdedores.» La segunda película la recordaremos por las malas críticas, ¿y cómo no? Creo que todos estamos de acuerdo que aunque es cómica y entretiene, la historia en la que se basaron para realizar aquella película no es la mejor. Y así es, como lo están pensando, esta tercera película es mejor en todo que la segunda, aunque no es mejor que la primera.
En esta tercera película de Cars, regresan todos los personajes secundarios como podemos recordarlos; Mate, Sally, Luigi, Guido, etcétera, aunque nos deja deseando más de estos personajes puesto que se enfocaron más en los nuevos, hablamos de Cruz Ramírez y Jackson Storm quienes juegan un papel muy importante en esta película. Jackson Storm es uno de los corredores que pertenecen a la nueva generación con tecnología avanzada que pueden correr a más de 350 km/h, y claro, también es la nueva amenaza para McQueen quien, si recordamos, no le gusta para nada perder. En una carrera, Jackson rebasa al Rayo y éste al querer ganar, acelera más de lo que debía haciendo que perdiera el control y sufriera un accidente como el que sufrió Hudson Hornet antes de su retiro, ¿recuerdan?

Todos los personajes que conocimos en la primer película vuelven a esta tercera parte pero con mucho menos tiempo en pantalla
Al ver el trailer, uno piensa que la película tratara del Rayo tratando de lidiar con su vida después del accidente, pero no. Incluso nos muestra la sed de victoria de McQueen quién regresa a entrenamiento después de cuatro meses de sufrir el accidente dentro de la pista. Un “fan” del Rayo compra Rusteze volviéndose así patrocinador del número 95. Construye un área de entrenamiento con tecnología avanzada y el gran simulador de carreras que hizo tan “cool” a Jackson Storm. Ahí, el Rayo McQueen conoce a su entrenadora personal, Cruz Ramírez quien después de un par de peleas, le confiesa al Rayo que ella nunca quiso ser entrenadora, sino corredora profesional, como él, como su modelo a seguir; Rayo McQueen.
A lo largo de la película, vamos viendo la desesperación, las esperanzas y fuerzas de ganar y la sed que tiene el Rayo de vencer a Storm, y mientras eso pasa, él va recordando las enseñanzas que le dejó su jefe de mecánicos y mentor; el Fabuloso Hudson Hornet, quien, aunque en la película no lo mencionan explícitamente, uno se va percatando de que él ya no se encuentra con vida. Así es, muy triste, ¿cierto? Pero no mostraron tristeza ante eso, sino, lo recordamos con lo que verdaderamente importa, las enseñanzas que le dejó al Rayo y que ahora él lo pone en práctica para vencer a Jackson, y que después, en la carrera final, lo repite todo en enseñanza a Cruz Ramírez quién se convierte en corredora profesional cuyo patrocinador es Dinoco quien compro después Rusteze.

La relación entre el Rayo McQueen y Cruz Ramírez es esencial en la película y no dudemos que estén preparando otra entrega con estos personajes.
Y sí, siguiendo los pasos de Hudson, el Rayo se vuelve su jefe de mecánicos y mentor. La película, como lo podemos ver se trata de algo muy importante, el legado. Nos enseña al final que no hay que dejar que nos ceguemos ante el ego y la ambición. Si queremos algo, hay que luchar por ello pero no dejemos que eso nos aleje de las personas a las cuales les importamos, así como también no hay que destruir los sueños de otras personas para poder cumplir el nuestro. Se pueden cumplir ambos, y aparte, ayudar al prójimo. Siempre recuerda que aunque las personas que queremos ya no estén con vida, siempre habrá alguien a la cual le dejó aquel legado, aquella enseñanza y que puede enseñárnoslo a nosotros. Nunca hay que rendirse. Siempre hay que ser veloces y ganadores, pero de una forma que beneficie a todos. «Soy más que rápido. Más que veloz. Soy un rayo.»
LO BUENO.
Es una película que aunque va dirigida a un público menor, tiene enseñanzas que sirven para toda la vida. Y como cualquier película animada y de Pixar, tiene comedia dentro de esas enseñanzas. Los personajes nuevos son muy cómicos y bueno, ya conocemos el humor de los personajes anteriores. Además de que el personaje que más se roba la película, no aparece mucho y se supone no esta vivo. Si, ya sabes de quién hablo. Y eso, es difícil de conseguir en una película.
LO MALO.
Como ya había mencionado antes, nos deja mucho que desear con las apariciones de los personajes anteriores. Personalmente, que más hubiera dado por que Mate saliera más en la película y nos hiciera reír como en las dos películas anteriores lo hizo. Y los demás personajes también, los dejaron muy en el olvido en Radiador Springs para enfocarse en Cruz Ramírez (que es un gran personaje por cierto, el gran humor de Mate que faltó se vio reflejado en ella).
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